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¿El fin del libro?

Clara Luz Álvarez*

[Publicado en REFORMA – 06 de Junio de 2018].

Nada como leer un libro (físico), cambiar sus páginas, subrayar lo relevante y guardarlo en la biblioteca. Este ha sido el pensamiento típico de los asiduos lectores. Sin embargo, el libro electrónico o e-book va cobrando auge y surge la pregunta de si el libro impreso dejará de existir o será pronto un objeto extraño. Ni uno, ni otro, pero son innegables las transformaciones que existen desde la creación de libros hasta los modelos de negocios. Veamos.

Escribir. Todavía muchos recordamos las fichas bibliográficas que se hacían al investigar un tema para posteriormente escribir un libro y que servían para compilar la información y acceder fácilmente a ella. Hoy con una búsqueda electrónica se pueden identificar temas específicos en documentos electrónicos y en buscadores. La facilidad en el acceso a fuentes de información, propicia que más personas puedan escribir libros, al igual que sucede con la producción de películas y documentales sin que se requieran los grandes y costosos equipos de grabación. 

Publicar. Las editoriales como Porrúa, McGraw-Hill o Tirant Lo Blanch eran la puerta de entrada a la publicación de libros. Debía seguirse un proceso para que aceptaran publicar y varios meses más para que salieran de la imprenta. En algunos casos, incluso se podía pedir -y se pide-, al autor pagar parte de la edición. Hoy no más. Con o sin casa editorial, se puede imprimir un libro y además tener un e-book. Si estas editoriales no comprenden el time-to-market de un libro y para un autor, perderán la posición de la que han gozado.

Antes los tirajes eran de mínimo 500 ó 1000 ejemplares usando el off-set, hoy se pueden imprimir 30 con la misma calidad e imprimir más según se vayan necesitando. Además, se puede colocar el libro en catálogos en diferentes partes del mundo y, si se requiere un libro mexicano en Argentina, la imprenta argentina simplemente imprime uno o más ejemplares on-demand

En cuanto a e-books, Amazon a través de Kindle hace que el autor sea su propia casa editorial y con una sencillez que asombra, puede colocar su libro para venta en gran parte del mundo. Contrario a la práctica arcaica y lenta del Instituto Nacional del Derecho de Autor (Indautor) que para otorgar un ISBN a una obra tarda entre 8-15 días, en internet se puede obtener un ISBN en menos de 1 hora. ¿Se volverá competitivo el Indautor o seguirá con su lentitud? El precio de venta lo determina libremente quien publica en Kindle, así que un libro físico puede costar lo mismo que un e-book como muchas editoriales tradicionales acostumbran, pero Amazon ha creado incentivos para favorecer precios más bajos. 

Libro vs. e-Book. Los e-books no ocupan espacio, pueden también subrayarse y anotarse comentarios, pueden buscarse palabras/temas de principio a fin, por lo que las resistencias que antes había porque no se podía hacer lo mismo que con un libro físico, quedaron superadas. Pero para un lector consuetudinario puede llevar tiempo el familiarizarse y adquirir gusto por los e-books.

Librerías. La famosa librería Borders de EUA cerró en 2011, mientras Barnes & Noble tuvo que realizar ajustes en tiendas y en el servicio de distribución en línea. En la disyuntiva de “adaptarse o morir”, ¿cuál será el destino de librerías como El Sótano o Gandhi?

Modelos de negocio. Igual que lo que sucedió con el software y los CDs/DVDs de música o video que antes se compraban las licencias o los CDs/DVDs, hoy los e-books pueden accederse como un servicio que cobra una mensualidad por acceso a bibliotecas electrónicas con obras el mundo entero. Incluso en Kindle pueden adquirirse libros para estar disponibles en varios dispositivos simultáneamente, con posibilidad de audiolibro y de prestarse a amigos también. 

Violeta Radio. Ser mujer y ser periodista implica una doble vulnerabilidad, “nos gustaría no tener que elegir entre la vida y una noticia” fueron palabras vertidas por Lucía Lagunes al recibir el Premio de Libertad de Expresión 2018 (Valencia, España) a nombre de Comunicación e Información de la Mujer (CIMAC), que integra la Alianza por el Derecho Humano de las Mujeres a Comunicar, titular de la primera estación de radio feminista en México (106.1 FM, CDMX). ¡Felicidades!

* Investigadora de la Universidad Panamericana
claraluzalvarez.org @claraluzalvarez

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